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Como ya sabemos, existen muchos tipos de maltrato, pero, centrándonos en el maltrato psicológico o abuso emocional, podremos darnos cuenta que es uno de los más frecuentes, a veces incluso inconsciente que nos podemos encontrar.
El abuso emocional consiste en insultos, críticas, burlas, amenazas, desprecio, descalificación, abandono e incluso encierro. Es el tipo de abuso más difícil de identificar y probar. Pueden provocar graves daños psicológicos en un niño, si escucha cotidianamente “no vales para nada”, “eres un inútil”, es probable que llegue a creerlo y actúe en consecuencia.
Los indicios de la existencia de este abuso suelen ser: La demanda de atención constante, extrema falta de confianza en sí mismo, agresividad o pasividad frente a otros niños…
Los padres pueden abusar emocionalmente de sus hijos sin saber que le están produciendo sufrimiento. Por ejemplo, es frecuente ver padres que, con buenas intenciones, presionan a sus hijos para sobresalir en distintos ámbitos (deportes, escuela…), hasta el punto de ocasionarles un sufrimiento emocional crónico.
Pero también pueden ejercer abuso emocional pasivo, no brindando el afecto, la comprensión y la valorización que todo niño necesita para su sano desarrollo.
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