El vínculo de apego es la necesidad del bebé de estar próximo a su madre, de ser acunado en brazos, protegido y cuidado; este vínculo que se establece debe ser satisfactorio, ya que un vínculo distorsionado o destructivo podría ocasionar graves trastornos psicológicos o problemas para relacionarse en un futuro con las demás personas. En un estudio realizado, se analizó la relación que existe entre el recuerdo de los vínculos de apego que los adolescentes establecieron con su padre o madre y el tipo de relación que mantienen con sus iguales. Para ello se realizó un cuestionario a 513 adolescentes con edades comprendidas entre los 13 y los 19 años, sobre las relaciones con sus progenitores e iguales. Los resultados muestran que aquellos chicos y chicas que recuerdan relaciones con sus progenitores basadas en el afecto, la comunicación y la estimulación de la autonomía son quienes mejores relaciones afectivas desarrollan con los amigos en general o con el mejor amigo en particular durante los años adolescentes. Este es un claro ejemplo de la influencia que tiene el vínculo de apego que tiene el niño en su primera etapa, con las relaciones sociales que tendrá durante su vida.
Gema Martínez López.
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