lunes, 17 de octubre de 2011

SÍNDROME DE LA CARENCIA AFECTIVA.

Este síndrome está desencadenado por la carencia afectiva familiar durante los primeros años de vida.
La carencia afectiva se caracteriza por ser una situación en que se encuentra un niño que sufre la privación de la relación afectiva, especialmente con su madre.
La carencia afectiva se refiere a las situaciones en que la maduración de la personalidad del niño se interfiere por una falta muy grave de estimulación afectiva.
En el ser humano, no existe la posibilidad de que se produzca una maduración correcta sin el valor afectivo del amor.
Esta falta de estimulación afectiva durante la infancia, además de trastornos de maduración, puede provocar trastornos somáticos, afectivos y conductuales.
La falta de afecto maternal produce en el niño un estado de miedo de pérdida o de ser abandonado.
El niño tiene tanta necesidad de recibir una señal de afecto que permanece en un estado de búsqueda afectiva, que manifiesta con una actitud de asegurarse en todo momento de la existencia del afecto del otro y así sentirse seguro.
Por último comentar, que la evolución de las personas que manifiestan este síndrome depende en gran parte de la situación social en la que se desarrollen y puede determinar la conducta que van a tener estos niños en su vida adulta.

Un saludo a todos¡¡¡

2 comentarios:

  1. ¡Hola Carlota!
    Pues sí, a pesar de que este síndrome cada vez es más conocido, siguen habiendo personas que no creen que sea verdad o bien, que no es tan importante, incluso opinan que así el niño o niña de cara a un futuro no será tan dependiente y será "más fuerte", por decirlo de alguna manera, pero lo que no saben es que las causas de ese síndrome están demostradas científicamente.

    Un Saludo!

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  2. nada de volverse más fuerte, lo que nos volvemos es mucho más duros que el resto, y hasta incapaces de diferenciar quien se nos acerca a querernos de verdad o aprovehcarse de nosotros. Tal es nuestra necesidad de ser amados que casi acogemos a cualquiera que nos preste atención y nos dedique algunas palabras dulces con sonrisa incluida. Acabo de darme cuenta hoy que padezco de este síndrome, a mis 37 años acabo de comprender por qué soy tan desastrosa eligiendo mis parejas.
    Mi sindrome viene por mi madre.

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